jueves, 11 de abril de 2013

Lesiones más comunes y su tratamiento

LESIONES DEPORTIVAS MÁS COMUNES
*Patricia Tlatempa Sotelo
**Gonzalo Pérez Villalva
La mayoría de las lesiones que son atribuidas a la práctica deportiva,
son en realidad la consecuencia de la repetición de prácticas
inadecuadas. Con el desarrollo que han adquirido las ciencias del
deporte, estos problemas son absolutamente previsibles y evitables. La
lesión deportiva puede resultar de dos circunstancias:
En la primera, hay un hecho traumático, ya sea un objeto o el mismo
cuerpo humano que hace de objeto por la velocidad que desarrolla,
chocando con otro cuerpo, con el suelo o con otro objeto. Esa es la
llamada lesión aguda, accidental, donde la colisión o el choque vence la
resistencia de los tejidos. A pesar de que los tejidos estén adaptados a
ese esfuerzo, la lesión es mucho mayor por la velocidad desarrollada
hasta el impacto.
En la segunda, la lesión deportiva crónica es la que tiene lugar por la
repetición de actividad deportiva que, sumada en el tiempo, va
produciendo en un organismo un microtraumatismo, que llega a vencer
la resistencia del tejido como si fuera el gran impacto del choque de la
lesión aguda. La correcta denominación de este daño es "lesión por
sobrecarga", porque la carga de trabajo fue mayor a la que es capaz de
soportar un tejido determinado, llámese tendón, ligamento o músculo,
componentes todos ellos del aparato locomotor.
Las diferencias entre estas dos categorías de lesiones deportivas son
importantes. En la lesión deportiva aguda, se produce una rotura 
instantánea porque la fuerza es grande. En cambio, en la lesión crónica
el dolor aparece de repente y sin haber hecho aparentemente nada
fuera de lugar. Siempre es el exceso de fuerza sobre el tejido lo que
produce la lesión.
Cualquier tipo de lesión para el deportista es importante, porque no le
permite desarrollar su rendimiento máximo, para lo cual trabajó un
determinado tiempo. En muchas ocasiones las lesiones se manifiestan
por factores predisponentes de su estructura corporal o por factores
externos, como superficies de juego o elementos deportivos
inadecuados, o esfuerzos superiores a las capacidades del individuo.

CONTUSIÓN
Patología traumática-inflamatoria más frecuente en las actividades
deportivas. Las consecuencias de la contusión dependerán del sitio
donde se recibió y la intensidad del traumatismo.
Su manifestación es a través de dolor, rubor, calor y/o tumor, todos
estos datos del proceso inflamatorio.
El tratamiento inicial, siempre y cuando no haya complicaciones, el
tratamiento inicial consiste en el uso de métodos terapéuticos dirigidos
esencialmente a impedir o limitar la aparición de hemorragia y/o edema,
así como disminuir el dolor mediante la aplicación local de frío: en
forma sólida (hielo triturado o paquetes fríos), líquida (agua fría) o
gaseosa (cloruro de etilo). Se deberá considerar si es necesario retirar
al jugador del terreno de juego, para valoración completa y así
determinar complicaciones y severidad de la lesión. Posteriormente
iniciar el método HICER, el cual se mencionará más adelante.

DISTENSIÓN
Es la lesión microscópica del músculo, que se produce al sobrepasar
los límites normales de la elasticidad, produciéndose un estiramiento de
las fibras sin que exista un daño anatómico ni ruptura de las mismas,
por examen clínico no es demostrable una solución de continuidad del
músculo.
Su manifestación clínica se caracteriza por dolor intenso y súbito, el
sujeto es capaz de tolerar la molestia y puede continuar su actividad. La
evolución de este tipo de lesión es rápida y favorable a la mejoría en
pocos días. El tratamiento es a través del método HICER.

CONTRACTURA
Son contracciones musculares dolorosas, de corta duración e
involuntarias, causadas por isquemia (irrigación insuficiente del
músculo), contusión, desequilibrio hidro-electrolítico, sobrecarga de
trabajo muscular, uso de accesorios elásticos o utilización de vendajes
muy ajustados.
Sus manifestaciones clínicas son: dolor intenso y contracción del
músculo afectado.
El tratamiento consiste en estirar el músculo y al controlar la contracción
dar un ligero masaje para controlar el dolor e incrementar el flujo
sanguíneo.

DESGARRO
Ruptura macroscópica y parcial de un músculo, en el cual si se muestra
solución de continuidad, se considera como lesión grave, ya que puede
haber ruptura extensa de fibras musculares.
Su manifestación clínica es dolor intenso y la incapacidad funcional, se
presenta frecuentemente un hematoma postraumático cuya magnitud
puede palparse como un abultamiento.
Tratamiento.- El método HICER debe utilizarse de acuerdo al tipo,
región, severidad y complicaciones que presente el desgarro. Se
encuentra absolutamente contraindicado el uso de masoterapia durante
la primera semana de evolución.

ESGUINCE
Los esguinces (torceduras) son lesiones que se producen cuando existe
un movimiento forzado de la articulación, más allá de sus límites
normales, van desde la distención hasta ruptura de un ligamento.
Los esguinces se dividen según la intensidad de la lesión en:
Grado 1.- Elongación (las fibras solamente se estiran)
Grado 2.- Ruptura parcial (algunas fibras de los ligamentos se
rompen)
Grado 3.- Ruptura total (todas las fibras se afectan)

LUXACIÓN
Una articulación está luxada cuando existe la pérdida de la relación
normal de las caras articulares, es decir, existe desplazamiento de los
huesos fuera de la articulación.
Las manifestaciones clínicas son: dolor, incapacidad funcional,
deformación y posición anormal de la extremidad afectada. La pérdida
de contacto de las caras articulares es sólo posible a consecuencia de
lesiones importantes de las zonas blandas periarticulares, así como de
los mismos componentes de la articulación: sinovial, superficies
cartilaginosas, cápsula, ligamentos, tendones, músculos, nervios,
vasos, que pueden estar comprimidos, pellizcados, desgarrados o
arrancados.
El tratamiento debe iniciarse tan pronto sea posible, con el fin de evitar
que se agrave. El método HICER como tratamiento primario es
importante. Existen casos en donde es necesario el traslado a un
hospital para valoración radiológica para descartar fractura y realizar la
reducción, evitando de esta manera complicaciones neurovasculares
por una mal reducción realizada en campo.

FRACTURA
Es la pérdida de la continuidad ósea, y se distinguen dos tipos
principales de fracturas:
1. Fractura cerrada, es aquella en la cual la piel permanece
intacta, si este tipo de fractura se maneja de forma inadecuada,
puede agravarse peligrosamente transformándose en abierta o
complicada.
2. Fractura abierta, en esta lesión una herida en la piel pone en
comunicación el foco de la fractura con el exterior. Este tipo de
fractura es grave por el riesgo de infección, exigiendo cuidados
especiales.
3. Se habla de una fractura complicada cuando los fragmentos
cortantes del hueso roto han dañado algún órgano (vasos
sanguíneos, nervios, pulmones, médula espinal). Esta clase de
fractura puede darse tanto en uno como en otro de los dos
casos citados.
Las manifestaciones son: incapacidad funcional, dolor repentino
violento, fijo, localizado, edema, puede existir o no deformación de la
zona lesionada, y crepitación, en este punto es importante considerar la
existencia de una luxación si la lesión se encuentra en una articulación.
En presencia de una lesión sospechosa de fractura, se debe actuar
como si realmente existiera.
El tratamiento es con inmovilización inmediata, férulas, tablas o
cabestrillos, o situación necesaria con el mismo cuerpo del paciente. En
caso de presentar herida y/o hemorragia cubrir y contener el sangrado.
Traslado al hospital más cercano. Importante: no se debe realizar la
movilización o traslado del paciente sin haber inmovilizado la fractura.

REFERENCIAS
Arnheim, D., (1994) Medicina deportiva, Fisioterapia y entrenamiento atlético,
Mosby/Doyma Libros, División de Times Mirror de España, S.A.,
España.
Baker, Champ L. (1998), Manual de campo de medicina del deporte, Clínica
Hughston, Editorial Médica Panamericana, España.
Brunet-Guedj, E. (1997), Manual de medicina del deporte, Editorial Mason,
España.
CONADE (2001), Programa Nacional de Activación
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Genety, J. (1989), Traumatología del deporte en la práctica médica corriente,
Editorial Hispanoeuropea, España.
Jiménez, Rodríguez Julieta y otros (2004) Hombre y Salud, Libro de Texto,
Universidad Autónoma del Estado de México, México.
Kulund, D. (1990), Lesiones del deportista, Salvat Editores, España.
Organización Mundial de la Salud (OMS), Necesidad del hombre y la mujer
actuales de abandonar el sedentarismo.
<http://www.latinsalud.com/articulos/00621.asp>
Vuori, Ilkka, (1981), Consejos antes de empezar, en: Enciclopedia Salvat de la
Salud, Ejercicio Físico y Salud, Tomo 2, Segunda Parte, España.


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